¿Qué ha pasado en esta semana y pico?

Ha pasado que Rumanía se está convirtiendo en una obsesión. Dos noches seguidas en soñado que ya estaba en Cluj. Y en Cluj nevaba, pero al apartar la capa blanca con los guantes, siempre había un inmenso césped verde fosforito (¿qué significará ese color fosforito?).

Foto de Piata Unirii en Cluj (cogida del grupo de FB: "I love Cluj").

Y es que sólo en sueños tengo tiempo de pensar en mi Erasmus, porque estoy hasta arriba de trabajo. Y cuando digo "hasta arriba" tenéis que imaginaros mi agenda como un puzzle imposible. Me paso el día a contrarreloj, haciendo tareas y tachándolas de la lista, pero la velocidad con que he de apuntar otras nuevas es espeluznante y no hago carrera eliminando unas y sometiéndome a las nuevas.

Sin embargo, pese al agobio que nunca es tal, estoy muy contenta. 

Ando involucrada en cosas que me gustan (Virclass, la carrera) y otras que me apasionan (Bolaño, Cortázar y miles de películas que quiero ver y que sólo puedo apuntarme en una lista). Del Virclass, un curso online para estudiantes de Trabajo Social, hablaré en breve, puesto que tiene alguna relación con el Erasmus. Y a Bolaño y a Cortázar les estoy buscando algún punto en común con Rumanía, así que, cuando lo encuentre, hablaré de ellos. :)

Sin embargo, hay un temita que también me apasiona y que, precisamente esta semana, está directamente relacionado con Rumanía. Algunos sabréis de qué hablo, otros no, pero no os preocupéis que ya mismo despejo las dudas:

"Marti, dupa Craciun" o "Tuesday, after Christmas" o "Nieva en su corazón" (así podrían llamarla en España, pues ya se sabe del gusto ese que tenemos por cambiar radicalmente los títulos de las películas) ha conquistado el Festival Internacional de Cine de Gijón. La última película del rumano Radu Muntean (a quien una de mis futuras amigas rumanas ya me había recomendado) se ha llevado varios premios:

• Premio Principado de Asturias al Mejor Largometraje
• Mejor Actor (Mimi Brănescu)
• Mejor Actriz (Mirela Oprișor y Maria Popistașu)  

A través de los artículos de Daniel de Partearroyo en Cinemaría podéis enteraros del resto de premios y de su opinión sobre la cinta rumana.

Parece ser que un fantasma recorre Europa ¡y no es la reencarnación del dictador Nicolae Ceaucescu!, sino la Nueva Ola de Cine Rumano. Ola a la que prometo sumarme y de la que contaré en este blog según vaya aprendiendo y viendo películas.

Para terminar, sólo recordar que las votaciones de Erasmus Sinmaletas continuan. Y seguís a un sólo click de hacerme Embajadora Erasmus y lograr que haga una cobertura total sobre qué significa vivir en Rumanía.